De la muerte y el sentido de la vida

-De la muerte Y El sentido de la vida-
Junior Velázquez

William Adolphe - El dia de la muerte

William Adolphe – El dia de la muerte

El amor de Paris y la guerra de Troya, ambos de importante apariencia en los cantos de la Ilíada, no llaman mi atención a día de hoy. Considero más íntimamente relevante la inmensa tragedia de aquel soldado que se marcha a una guerra donde sabe que va a morir.

La decisión de ir a la guerra, sabiendo el inefable augurio de la muerte, hace de nuestro Aquiles aquello que miles de años luego Heidegger llamaría Dasein «el ser que sabe que va a morir». Todos nosotros sabemos que un día nuestros ojos no se abrirán jamás, que habrá desaparecido para siempre la costumbre del día y de la noche. Pero esta creencia de sabernos finitos, es de cierto modo un acuerdo donde todos tácitamente fingimos saberlo. Ya que existe una especie de opio en el aire de la vida que hace de la muerte algo que nunca nos sucede, sino que le acaece al otro.}

Aquí plagiare un verso de Rimbaud que sino me equivoco dice «yo soy el otro», yo como cualquier otro digo estar consciente de saber que nací para morir, de saber que mi vida es efímera, y que la vida de mis allegados es igual de frágil; sin embargo y contradictoriamente como cualquier otro, vivo como si nunca fuese a morir, veo la luna como si mañana mis ojos volverán a dar con ella, escribo a medias cuentos y poemas, como si esperase que la vida me premie para terminarlos, y así voy por el mundo saludando a mis amigos, cenando con mi familia, asumiendo el hecho como cualquier cosa y nunca pensando en el increíble milagro de haber sorteado la muerte o sin pensar que aquella noche será la última.

En la actualidad hay un grupito -inmenso- de jóvenes filósofos, en su mayoría estudiantes de bachillerato que van por ahí predicando «se tú mismo» y acuñando con igual facilidad la locución «Carpe diem», reducto de una frase latina que se ha traducido como «vive el ahora». De la primera frase no diré mucho -aunque nunca soy de decir mucho- ya que ella sencillamente obedece a la moda de los distintos alineados. Ahora la segunda frase atribuida a Horacio llega hasta nuestros días, un tanto desvirtuada y mal gastada, quien lo dice suele ser como el niño que juega el profundo y místico juego de la rayuela. En esta época contemporánea o post-moderna como lo llaman algunos, decir «vivir el ahora» se reduce sencillamente a beber y follar, es decir a la inmediatez del placer y no a estar consciente de la posibilidad yacente en todas nuestras posibilidades, la muerte.

Porque si, como lo dijo un señor, la vida es posibilidad y la muerte, la posibilidad imposibilitadora de todas nuestras posibilidades, presente en cualquier posibilidad. Sé que exactamente no fueron estas sus palabras, pero su palabra no importa, porque la palabra es referente de la realidad, y la realidad es solo la sombra de lo real.

Henri Levi - La niña y la muerte

Henri Levi – La niña y la muerte

Volviendo al mundo del placer inmediato, al que yo prefiero llamar al igual que los japoneses «el mundo flotante» es para mí un mundo tan des-sacralizado como el moderno mundo laboral que busca únicamente lo útil y lo productivo. Ambos senderos de la vida me parecen de significación tan pobre que su fin se consume en su propio acto. Uno -si es que puede o llega a vivir para hacerlo- se compra la casa, el carro, folla y ¿luego qué?

En la pregunta del ¿luego qué?, del ¿cómo para qué?, del ¿por qué? y de otras tantas cuestiones de esta vida nos pueden tranquilizar las respuestas que nos ofrecen las diversas religiones y listo, fin del relato. Terminaría yo de escribir, si no existiesen personas que no creen o dudan de las respuestas emitidas por el poder pastoril.

A ellos les digo, que sí, que puede que este mundo sea el único mundo, que esta vida la única vida, que no hay sueño del cual despertar, que la muerte no es un nuevo comienzo, sino un final. Que posiblemente, antes de nacer usted sea nada, y que al morir usted vuelva a la nada, y que ese intervalo entre la nada y la nada, en palabras de mi amigo Sartre “sea de dudosa importancia”. Y digo amigo, porque uno siente una especie de amistad hacia aquel que batalla y confronta nuestras mismas gélidas angustias, esta palabra «gélida» no responde a una necesidad estilística o barroca, de abultarnos con adjetivos innecesarios, sino al íntimo sentimiento -seguramente compartido por muchos- que fuera de las religiones hace mucho frio.

Es necesario retomar la idea de la posible no-importancia y sin-sentido de la vida, porque uno no puede decir alegremente o como si nada «la vida no importa» y quedarse ahí, a esta frase se le anexiona el hecho, del ¿Por qué si la vida no importa, yo he llorado la muerte? y ¿Por qué si la vida es un camino de la nada hacia la nada, yo decido vivirla, cuando fácilmente podría quitármela? Esta respuesta me es sencilla y la realizare desde el «yo» al igual que la pregunta, puesto que el «yo» citando mal a Wittgenstein, es un punto de referencia común que nos ha inventado el lenguaje, para que el otro se exprese desde un uno pese… a ser otro. Así que como un uno, un otro y un yo plural, argumento que si algo me sujeta a esta vida, anulando diariamente el acto del suicidio, es dirán algunos mi instinto de preservación, no se los discutiré; pero más allá junto al posible no-sentido hay algo agazapado que es la memoria empírica de lo bello inusual y cotidianamente vivido que me mantiene a la expectativa, a veces silente de lo bello posible por vivir. Y si lloro la muerte, como la he llorado, es por enfrentarme ante la imposibilidad de compartir lo bello junto a lo más bello, porque mi abuela era bella… y eso es todo, todo el periplo, todos los párrafos, todas las palabras, todo el texto ha sido una excusa para decir que me hace falta mi abuela.

Junior Rafael Velázquez León

Viernes, 06 de Septiembre de 2013

La literatura en internet. Cinco (5) lugares donde arrojar la basura escrita.

La literatura en internet. Cinco (5) lugares donde arrojar la basura escrita.

Siempre es bonito compartir la literatura. En la red nos abundan las páginas, foros, grupitos y pequeños espacios de utopía donde existe la posibilidad de que la palabra escrita halle su desembocadura.

Dejo los enlaces y algunos apuntes sobre los sitios que uso para publicar mis antojos.

mundopoesia

http://www.mundopoesia.com/

1. Mundopoesia. Es un foro. ¿Todos sabemos lo que es un foro, no? Un foro es un lugar donde organizadamente podemos colgar los textos de acuerdo a su categoría, comentar los escritos de otros, responder los comentarios realizados en los nuestros y donde las nuevas entradas van sepultando a las viejas, pero nada sucede si revivimos -comentando- un texto escrito hace ya un par de años, porque la entrada no caduca al igual que no caduca la literatura.

1.1 A diferencia de otros foros y por increíble que parezca, en los cuatro o cinco años que llevo participando en él, no me he encontrado con ningún troll (gente que ofende y molesta solo porque sí) es extraño encontrarse tanta gente amable junta; aunque claro… hay unos pocos que son levemente odiosos.

1.2 Acá también se organizan quedadas (encuentros entre usuarios) no he asistido a ninguna, pero se ve que la pasan bien.

1.3 Cada lugar del foro tiene sus moderadores que hacen las veces de policías de la lengua, y sugieren acomodar aspectos gramaticales y ortográficos del texto, cosa que me parece chévere ya que ayuda a pulir el escrito.

1.4 Tiene una radio donde los usuarios hacen sus programas y transmiten música -Que no siempre me gusta-.

1.5 Por otra parte está el chat (unas veces lleno y otras veces vacío)

 

Poematrix

http://poematrix.com/

2. Poematrix. Es una especie de algo, no sé bien que. Pero es algo donde se comparte exclusivamente poesía.

Poemas del alma

http://www.poemas-del-alma.com/

3. Poemas del alma. Es un bonito espacio para lo efímero, repleto de gente y de textos que duran lo que dura una tarde, porque todos los textos sin importar su contenido se ven revueltos en un solo tablón que los organiza únicamente por su aparición cronología.

3.1 La web tiene una agradable línea cronología que nos dice los sucesos literarios que ocurrieron en tales días.

3.2 Esta la posibilidad de crear poemas donde participen varios usuarios (cosa que nunca he hecho)

3.3 También podemos olvidarnos de los usuarios y leer dentro de la misma página una inmensa antología poética de escritores inmortalizados por sus letras.

3.4 Y si nos da la gana podemos ofrecer en descarga gratuita nuestra propia antología.

Wattpad

http://www.wattpad.com

4. Wattpad. Es la única red social de literatura que conozco -ya que las otras páginas que dicen ser redes sociales parecen más foros que otra cosa-.

4.1 Tiene una versión móvil bien hecha, creo que fue diseñada especialmente para tabletas y móviles.

4.2 Es la meca de la literatura juvenil, dado a que la mayoría de sus usuarios son adolescente lectores de Crepúsculo y Harry Potter;  pero que nadie se alarme, también hay un buen espacio para otras muchas cosas.

4.3 La novela prevalece como género literario.

Falsaria

http://www.falsaria.com/

5. Falsaria. Un espacio que va creciendo poco a poco y otro lugar donde compartir literatura

5.1 Acá entran todos los géneros (poesía, cuentos, ensayo, artículos, periodismo, aforismos, novelas, etc.) aunque las novelas no se integran bien a la página.

5.2 Tiene un libro mensual donde se publican los textos más populares de los usuarios en la red.

5.3 No sé qué más decir, todo lo demás es usual.

Junior Velázquez

29.07.2013